Fiebre por la bici
La demanda por estas demuestra que se ha empezado a apostar por formas alternativas de movilidad.
Que importadores y vendedores de bicicletas estén preocupados porque la avalancha de pedidos puede demorar las entregas más de lo previsto es angustioso para ellos, pero una buena noticia para las ciudades. Porque evidencia que la demanda de este tipo de vehículos es tal que hasta sus oferentes se ven a gatas para cumplir. Ojalá los pedidos lleguen a tiempo, pero por ahora hay que sentirse complacido de que la bici esté cumpliendo su objetivo: convertirse en un medio alternativo para la movilidad en los centros urbanos de todo el mundo.
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